jueves, 30 de agosto de 2012

EL VALOR DE LA AMISTAD

“Ningún ser humano es tan rico que no necesite de un buen amigo y ninguno es tan pobre que no lo pueda tener”


Muchos dicen que sin amor no se puede vivir, pero el amor es un sentimiento efímero y puede romperse y desaparecer, pero la amistad es eterna siempre y cuando ésta se cuide y mime como se merece. Piense un momento en sus amigos más cercanos y recuerde cuándo fue la última vez que les dijo que los quería. A veces deberíamos ser más expresivos. No cuesta nada.


Todos en esta vida necesitamos de un buen amigo, con algunas personas llegamos a ser tan buenos amigos que podríamos decir que más que amistad es “hermandad”, podemos llegar a conocernos tan bien que pensamos que la amistad puede sobrevivir cualquier discusión y cualquier cosa.


Muchas veces ponemos todo el énfasis en la parte amorosa y del corazón en nuestras vidas, olvidando la importancia que tienen los amigos.


Siempre hay personas que pasan por nuestra vida, muchas veces pasan sin apenas notarlo, y otras veces se convierten en amigos muy importantes para nuestro vivir diario. Tanto así que no podemos estar sin ellos, sin sus consejos y palabras. Necesitamos de esas manos amigas, esos oídos que siempre están prestos para escucharnos cuando las alegrías o las penas están en nosotros…


Me gustaría contaros una historia el viaje por el desierto de dos amigos…



Dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron por una tontería, nada importante, enfurecido finalmente uno, le dio una bofetada al otro. Este, ofendido, sin nada más que decir, descendió del camello y arrodillándose en la ardiente arena, escribió con un dedo sobre ella:


“Hoy, mi mejor amigo me abofeteó en el rostro”.


En silencio siguieron adelante hasta llegar a un oasis donde resolvieron bañarse.


El que había sido abofeteado y lastimado se alejó demasiado de la orilla y comenzó a ahogarse, siendo rápidamente salvado por su amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
“Hoy, mi mejor amigo me salvo la vida”.


Intrigado, su amigo le preguntó:


¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora que te he salvado escribes sobre una piedra?


Sonriendo, el otro amigo respondió:


"Cuando nuestro amigo nos ofende debemos escribirlo en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargan de borrarlo para siempre; mientras que cuando sucede algo grandioso y excepcional tenemos que grabarlo en la memoria de nuestro corazón, donde ningún viento podrá jamás borrarlo".


"Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo; pero se necesita de toda una vida para mantener este amor".

miércoles, 15 de agosto de 2012

¿Una vida feliz?


En este cortometraje de animación en clave de humor (pero con cierta ironía), seguimos la historia de una anciana que ha perdido su amor y sueña en el día cuando podrá ver a su esposo otra vez.

Durante la noche, la dama se muere y la muerte la lleva al otro lado. Antes de llegar a la vida de ultratumba, los médicos la salvan… y empieza la lucha entre la muerte y los médicos por la vida de la dama.

Mientras tanto, la pobre dama no tiene control de la decisión de su existencia. Frecuentemente, ella está en un tira y afloja entre la vida y la muerte hasta que la muerte se rinde y deja el espíritu de la dama a los médicos.

Una única reflexión ¿Tenemos derecho a prolongar la vida?

miércoles, 25 de julio de 2012

Un esfuerzo de valientes



Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación o acoso. Si sospechas que tu hijo ha sufrido algún tipo de agresión o humillación en la escuela u otro sitio donde se desenvuelva, debes tener cuidado. Puede tratarse de bullying.

Hoy os quiero presentar el trabajo de investigación de Carla Herrero Torrellas (más conocida como Silay Alkma en sus escritos), una chica que, después de haber sido víctima del Bullying (acoso escolar), decidió dedicar su trabajo a esta lacra y convertirlo en su caballo de batalla.

Es una estudiante catalana nacida el día 21 de diciembre de 1994. Ha estudiado en IES Lluís Companys de Tordera (Barcelona), y con esta labor obligatoria de redactar un trabajo ha creado un impresionante y minucioso estudio social. Abarca desde los primeros rastros de formación social hasta la actualidad tratando desde las influencias, los comportamientos y las acciones de los adolescentes actuales.

Carla Herrero, con su redactado ha demostrado un gran valor de superación, de seguridad personal y fortaleza y esto le ha valido ganar el premio Consell Social 2012 en temáticas relacionadas con la juventud, premios organizados por la Universitat de Girona. Además de otras distinciones en el mundo del redactado.

Realmente ha sorprendido además su carisma y claridad a la hora de estructurar las ideas y así fue como lo demostró en la entrevista realizada por Marta Cailà el día 15 de julio de 2012 al programa radiofónico Via Lliure de RAC 1.

También en una entrevista por la red Carla Herrero se declara realmente "fan de lo que es verdadero": "Me gusta lo que me gusta, me he sentido muchas veces desplazada, es cierto pero no me arrepiento de lo que he hecho. Por primera vez creo en mí misma, siento que soy capaz de cambiar el mundo y moldearlo. Siento que hay demasiada gente que sufre en silencio, yo quiero ser su voz. Quiero enseñar al mundo lo que es verdadero, quiero mostrar la realidad".

Además en dicha entrevista también declaró: "es mucha la gente que sufre, y poca la ayudada. Sufrí Bullying y acoso durante 8 largos años, nadie me ayudó. Si dijera que he sido feliz en la escuela, sería la mentira más grande que jamás hubiera dicho, y sí, es cierto, he mantenido la calma estos años y he sonreído, me he comportado como si nada me pasara."
Estas palabras denotan que en las escuelas no es suficiente el apoyo de los maestros. Demuestran que las ayudas y el dinero que se aporta a la educación muchas veces se derrocha. También debemos centrarnos en los padres, algunos deben aprender a dialogar con sus hijos, y a mostrarles valores y conductas aunque no participen en ellas.

Aunque sabemos que no nos encontramos en uno de los mejores momentos, jóvenes como Carla Herrero demuestran que el cambio es posible; no importa ni la edad, ni el sexo ni la condición social.

El ímpetu de esta chica no termina aquí. Con su trabajo también adjuntó un vídeo. Se trata de un montaje con fragmentos de otros vídeos de adolescentes de todo el mundo que han denunciado sus casos a través de la red. Como Carla aclaró "no se trata del típico trabajo sobre acoso escolar, se trata de que tus propios amigos, o los que tú crees amigos son los que te humillan e insultan. Son los que te manipulan emocionalmente para hacerte creer lo que ellos quieren, y si lo desean pueden introducirte en el destructivo mundo de la depresión y el suicidio".

Con 17 años ha empleado dos años para realizar este magnífico estudio y lo podréis encontrar en catalánaquí (http://premisrecerca.udg.edu/portals/0/CS/premis2012/56-a-la-recerca-de-la-propia-identitat.pdf)

Me he permitido traducir un pequeño fragmento de su trabajo e insertar el vídeo que lo complementa que me gustaría que vierais.

Cada día se mediatiza y se debate en los medios de comunicación noticias de adolescentes los cuales inducidos por su grupo, hacen cualquier cosa que les mandan para poder encajar. Partiendo de peleas y palizas a los compañeros y profesores, hasta llegar a extremos como humillaciones a personas débiles, como por ejemplo, indigentes.
Según un estudio vivimos la era menos violenta, la más solidaria y altruista, pero eso, en cuanto edades adultas. En cambio, es la época más cruel en cortas edades.
Alguien se ha preguntado ¿qué pasa? ¿Por qué las mentes perversas, crueles y maquiavélicas las poseen muchos de los adolescentes actuales?

No he vivido temas de violencia o faltas graves de respeto a tocar de piel. Tampoco he vivido acoso físico durante años de convivencia con mis compañeros, pero lo que sí he vivido desde pequeña en la escuela ha sido el acoso psicológico tanto con los compañeros de escuela, como con el grupo de amistades del que formé parte años más tarde.

Empezando por humillaciones "inocentes" de adolescentes. A veces, desde la visión adulta, puede parecer que la introducción a un grupo parte de la "inocencia" de unas jóvenes de tan solo 11 años, que pretenden sólo formar un círculo de amistades cerrado, y no serán capaces de hacer algo cruel, pero pueden desenlazar hacia un final bastante indeciso...

Es fantástico poder compartir intereses y formar parte de un grupo de personas que crees que te comprenden y te apoyan pero qué pasa cuando te das cuenta de mentiras, engaños, humillaciones y tanta infelicidad, bien, de eso si te das cuenta. ¿Qué pasa cuando el grupo pierde la inocencia y coge un cariz violento? Que el líder utiliza cualquier medio para ser popular.

Cuando la vital importancia recae en la reputación del grupo, la identidad y el aspecto físico. Pero lo más importante si nos encontramos en esta situación, ¿qué nos pasa?

En mi caso, me di cuenta de que el trato que recibía por parte del grupo no era normal. Nadie me había enseñado en la escuela que era la amistad, el amor, o una sonrisa, por tanto, pensaba que era lógico que los amigos se rieran de ti, te asediaran, te amenazaran, que vivieran por ti, pero no, no era eso la definición de amistad y todos sus sinónimos.
La permanencia en aquel grupo hizo que me convirtiera en un clon de la colectividad, como un autómata. Me di cuenta de que compartía la identidad y me comportaba igual, y eso no me hizo ninguna gracia.

Todavía estoy agradecida y siempre lo estaré a la persona que me abrió los ojos a tiempo. Es curioso que me diera cuenta cuando cursaba tercero de secundaria, el día que me preguntaron qué quería hacer al terminar mis estudios. Me invadió un sentimiento repentino de inutilidad. Un sentimiento extraño que se repetía en mi mente diciendo: "Tú en la vida, no harás nada”. Era la concepción errónea de que me había creado el grupo.
Por lo tanto, a partir de entonces, me platee mi futuro como persona capaz de cambiar las concepciones de la realidad de los otros, huyendo del pesimismo y otros sentimientos falsos que la sociedad crea en nosotros, para poder intervenir en las influencias negativas que hacen desviar el camino de tantos jóvenes. Ahora, he aprendido que esta capacidad de superación tiene un nombre, y que no soy la única que se siente así, no estoy sola.

Los adolescentes actuales, se sienten perdidos, desamparados, solos, pero no se dan cuenta, no hacen nada para cambiarlo. Muchos de sus padres no les prestan atención, o los permiten una inimaginable libertad impropia de su edad, dejándolos expuestos a cualquier peligro que puede llegar a destrozar sus vidas.

Pero lo más relevante de este trabajo, ha sido poder comprobar objetivamente como era el grupo donde formaba parte años atrás y lo más importante, entenderlo.

Les pasé un formulario, y lo que me sorprendió fue que la mayoría se sentía solo, y había sido humillado por el grupo. Pero ahora vuelvo a la pregunta inicial: ¿POR QUÉ? ¿Qué necesidad tienen muchos adolescentes de pertenecer a una identidad común, pasando por humillaciones tan graves? ¿Por qué? ¿Qué necesidad hay de ser infeliz? De no saber quién eres ni qué quieres en la vida? ¿Qué necesidad hay de esconder la cabeza bajo el ala, y no tomar decisiones por uno mismo? ¿Por qué tenemos miedo de mostrar quiénes somos o qué pensamos?

Carla Herrero (Silay Alkma)

Valor, esfuerzo y entrega son adjetivos que sin duda le pegan a esta futura psicóloga y escritora. Mucha suerte en tu camino Carla.
Aquí podéis difrutar y sentir con su vídeo "The Silent Pain" - "El dolor Silencioso":























Junio. Fotografía de grupo el día de los premios Consell Social de la Universitat de Girona dónde se encuentra Carla Herrero Torrellas. 

Podéis encontrarla en : https://twitter.com/SilayAlkma
https://www.facebook.com/SilayAlkma
http://silayalkma.tumblr.com/

martes, 3 de julio de 2012

Una fuerza sobrenatural

Últimamente me he aficionado a los programas que buscan talentos. Me alucinó en especial este. Se trata de un conjunto de dos adolescentes: Charlotte y Jonathan.
La chica ha estado a su lado, ha sido un soporte emocional realmente fuerte. Charlotte, dice, no soportaba que insultasen a Jonathan por su complexión, por su cuerpo. Aunque mucha veces se ha dicho:"No juzgues, la belleza está en el interior". Sí, es cierto pero hay gente que se lo toma tan a pecho que no lo demuestra, pierden esta fuerza interior, se dejan perder, se desaprovechan.
Las apariencias engañan, nunca se debe juzgar antes de conocer a las personas, pero irónicamente y sabiéndolo, lo hacemos.
(don't judge a book by its cover)- (No juzgues a un libro por su cubierta): y es la mejor definición para no caer en el error de juzgar equivocadamente a una persona a través de su apariencia.

PARA LOS QUE NO SABEN COMO SE LLAMA ESTA CANCIÓN, SE LLAMA "THE PRAYER", Y EN ESPAÑOL QUIERE DECIR "LA ORACIÓN", ORIGINALMENTE ESTA CANCIÓN FUE INTERPRETADA ANTERIORMENTE CON MUCHO ÉXITO POR "CELINE DION Y JOSH GROBAN", Y TAMBIÉN HAY UNA VERSIÓN CON "Andrea Bocelli, de la película de la "Búsqueda para Camelot".

Aquí os dejo el vídeo:

jueves, 28 de junio de 2012

El secreto de la alegría




Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente de rey triste, era muy feliz.

Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres canciones de juglares. Una gran sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.

Un día, el rey lo mandó llamar.
-Paje -le dijo- ¿cuál es el secreto?
-¿Qué secreto, Majestad?
-¿Cuál es el secreto de tu alegría?
-No hay ningún secreto, Majestad.
-No me mientas, paje. He mandado cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.
-No le miento, Majestad. No guardo ningún secreto.
-¿Porqué estás siempre alegre y feliz? ¿Eh? ¿Por qué?
-Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Majestad me honra permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa. Su Majestad me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos. ¿Cómo no estar feliz?
-Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey-. Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado
-Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero no hay nada que yo esté ocultando…
-¡Vete! ¡Vete antes de que llame al verdugo!


El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación El rey estaba como loco. No consiguió explicarse cómo el paje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana.


-¿Por qué es feliz?
-Ah, Majestad, lo que sucede es que él está fuera del círculo.
-¿Fuera del círculo ?
-Así es.
-¿Y eso es lo que lo hace feliz?
-No, Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz.
-Así es.
-Y él no está.
-Así es.
-¿Y cómo salir?
-¡Él nunca entró!
-¿Qué círculo es ese?
-El círculo del 99.
-Verdaderamente, no te entiendo nada.
-La única manera para que me entiendas será mostrándote los hechos.
-¿Cómo?
-Haciendo entrar al paje en el círculo.
-Eso, obliguémoslo a entrar.
-No, Majestad, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
-Entonces habrá que engañarlo.
-No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, él entrara solito, solito.
-Pero ¿no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
-Sí, se dará cuenta.
-Entonces no entrará.
-No lo podrá evitar.
-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo círculo, y de todos modos entrará en él y no podrá salir?
-Tal cual, Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la estructura del circulo?
-Sí.
-Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!
-¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?
-Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
-Hasta la noche.


Así fue. Esa noche el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel que decía:
Este tesoro es tuyo.
 Es el premio por ser un buen hombre.
Disfrútalo y no le cuentes a nadie cómo lo encontraste.
Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeó y volvió a esconderse.


Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de unas matas lo que sucedía. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció. Apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados y entró en su casa.

Desde afuera escucharon la tranca de la puerta, y se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado sólo la vela. Se había sentado y había vaciado el contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían.


¡Era una montaña de monedas de oro! Él, que nunca había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él.

El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así, jugando y jugando, empezó a hacer pilas de 10 monedas Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis, y mientras sumaba 10, 20, 30 ,40, 50, 60… hasta que formó la última pila: ¡9 monedas!
Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa.

“No puede ser”, pensó.

Puso la ultima pila al lado de las otras y confirmó que era mas baja.

-¡Me robaron -gritó- me robaron, malditos!

Una vez más busco en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas; vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro, sólo 99.

“99 monedas de oro. Es mucho dinero”, pensó. “Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo” pensaba. “Cien es un número completo, pero ¡noventa y nueve no!”

El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que asomaban sus dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa, y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos sobre cuánto tiempo tendría que ahorrar para comprar su moneda número cien.

Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después, quizás, no necesitaría trabajar más. Con cien monedas de oro un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo.

Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario, y algún dinero extra que recibiera, en once o doce años podría juntar lo necesario.


“Doce años es mucho tiempo”, pensó. “Quizás pudiera pedirle a mi esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo”.


Y él mismo, después de terminar su tarea en el palacio, a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo, y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. ¡Era demasiado tiempo! Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comida todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender… Vender… Vender… Estaba haciendo calor, ¿para qué tanta ropa de invierno? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien.

El rey y el sabio volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99…

Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche.

Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando y de pocas pulgas.


-¿Qué te pasa? -preguntó el rey de buen modo.
-Nada me pasa, nada me pasa.
-Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Majestad, que fuera su bufón y su juglar también?


No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

A veces, por querer mucho, perdemos lo poco que tenemos…